Hoy en Almas Creativas, te voy a presentar a Martín Iperico, un Alma aventurera, inquieta, observadora y pragmática.
Un apasionado del diseño, de crear soluciones. De dar vueltas alrededor de una posibilidad o de muchas posibilidades, respuesta a una solución, a una funcionalidad a un uso.
Un diseñador arquitectónico, que está convencido que cuando aprendes a dar, a equilibrar la energía, la vida se rinde.
De niño, jugaba con su hermana y sus primos. Martín era el más pequeño de todos, cuando se juntaban y veía cómo dibujaban, contagiado por lo que hacían los demás, cogía sus pinturas y comenzaba a dibujar. No recuerda haber dibujado casas de pequeño, sí ver cómo lo hacían sus primos.
Martín confiesa, que es una persona ¡súper dócil! Que estaba imbuido familiarmente, que siempre ha acatado las propuestas familiares, siempre ha tomado lo que iba surgiendo a su alrededor.
Su abuelo era constructor, y su padre lo ayudaba de niño, estudió arquitectura, pero no pudo desarrollar sus estudios.
Martín afirma, que llegó a la arquitectura porque se fue convenciendo que eso era lo que quería y también porque sus padres supieron encauzarle, sin que él supiera hacia donde iba.
Que si no hubiese nacido en la familia que nació, probablemente no hubiese sido arquitecto ¿Qué hubiese sido? Se lo ha preguntado alguna vez, pero no ha encontrado la respuesta a esa pregunta.
Comenzó a estudiar arquitectura en la Universidad Nacional de Córdoba, Argentina.
En el tercer año de carrera, decidió tomar la cátedra más difícil que había, y ahí empezó a entender la arquitectura. Cuenta entusiasmado cómo un profesor al que admiraba, un animal de la arquitectura como le define, agarró su maqueta y la levantó delante de toda la clase, y en vez de tirarla al suelo y pisarla “como le había visto hacer con otros compañeros”, la dejó en lo alto y habló de las virtudes de ella.
Eso fue lo que le dio el empujón, la llave que le abrió el corazón a decir; yo formo parte de esto, tengo capacidades, tengo creatividad, entiendo la funcionalidad de la arquitectura.
Asegura, que se ha desarrollado creativamente para entenderse a sí mismo.
Que la creatividad en el buen sentido, bien entendida y desarrollada, siempre está al servicio de la HUMANIDAD.
Durante la carrera, junto a otros compañeros decidieron alquilar una casa, en la que el espíritu creativo no dormía nunca.
- Aprendió mucho sobre comunicación con los compañeros.
- Darle lugar a los otros.
- Respetar el silencio.
En ese ambiente desarrolló muchísimo la fotografía, habla de esos instantes como MÁGICOS.
Estar durante semanas creando una maqueta de cartón, pintarla, darle forma, meterla dentro de un entorno que asemeja a una montaña o un paisaje, y observarla como si fuese una joya de “Swarovski” en una habitación a oscuras, en la que nadie puede respirar, nadie puede decir nada, donde tú con tu cámara vas haciendo fotos, buscando la mejor luz y forma, para que salga perfecto.
Ahí te das cuenta como la luz y la sombra es lo que dice todo de la arquitectura.
Se le pone la piel de gallina recordando uno de los momento más importantes de su vida. El mismo día que recibió el diploma de arquitecto, el 16 de agosto de 1996, le llamaron para decirle que había ganado el primer premio del concurso Internacional de Arquitectura para el Turismo, de la Universidad de Santa Catarina, en Brasil.
Se emociona al recordar cómo saltaba de alegría junto a sus dos compañeras con las que presento el proyecto ganador, cuyo lema, era HUMANIZAR EL ESPACIO, un concepto de turismo que querían implementar en un espacio natural, donde el hombre pueda sentir, pueda vivir.
Ganar ese concurso le dio la oportunidad de cruzar el charco a Europa, durante meses viajo por Italia, tomando contacto directo con una visión viva de la arquitectura, trabajando, aprendiendo italiano.
Desde Italia, se fue a Grecia, a Israel y a Egipto. Para él fue una experiencia inolvidable y muy enriquecedora, en la que experimentó lo que era convivir con otras culturas completamente diferentes a la suya.
Después de viajar por el mundo, decide volver a Argentina, y comienza a trabajar en estudios de arquitectura.
Afirma que cuando terminas de estudiar, estás perdido, no eres consciente del valor de lo que tú has aprendido.
Que le hubiera venido muy bien que le enseñaran el valor de ser creativo, el valor humano y el valor económico.
Con los años ha aprendido que hay que darle VALOR al conocimiento, y a la experiencia, a nuestro trabajo. “Que te creas todo lo que eres, que eres importante”.
Estuvo un año de ayudante en la Universidad, y dice que fue muy interesante ver cómo venia la gente joven con un montón de ideas creativas.
Martín, se adapta con facilidad a los cambios, dice que los cambios le vienen bien, le revitalizan.
Le sale la oportunidad de crear su primera casa, era algo con lo que siempre había soñado, y con lo que disfrutó de cada proceso, de cada decisión que iban tomando. Mientras diseñaba y construía su primera casa, lo compaginaba con un trabajo aburrido, en la dirección provincial de arquitectura.
Nace su hijo, y su compañera le comenta que quizá sea un buen momento y una oportunidad para ellos ir a España. A los meses deciden vender todo lo que tienen en Argentina e inician una nueva vida en España.
Se compran un coche y una tienda de campaña y durante 6 meses estuvieron viajando por el sur de España. La vida les llevó a Nerja, la causalidad les hizo quedarse allí.
Estuvo trabajando para otro arquitecto, y le empezaron a dar oportunidades, aparecían clientes, y decide montar su propio estudio de arquitectura, al que le pone el nombre de “AUREA ARQUITECTURA”.
Aurea es una filosofía de vida, la proporción del crecimiento natural de las cosas.
Martín, está constantemente pensando en las soluciones, y nunca en quedarse en el problema, en lo insoluble. Para él, siempre resulta un gran desafío exponer ideas, definir acciones y concretarlas en comunidad.
En febrero de 2019 recibió por sorpresa para él, el premio a MEJOR NETWORKER del grupo BNI LIDERA de Nerja , como reconocimiento a su labor colaborativa entre empresarios de varios sectores.
Una de sus fortalezas es la capacidad de saber escuchar a sus clientes y llevarles a lo que quieren.
Lleva más de 20 años desarrollando la arquitectura por su cuenta. Actualmente desarrolla su actividad profesional en la costa del sol, creando viviendas a la medida de lo que el cliente desea, viviendas personalizadas. Dice que la estética y la creatividad no tienen límites, estilos, proporciones.
Pásate por su web www.aureaarquitectura.com , y podrás ver sus maravillosas creaciones.
Su sueño, lo que le gustaría lograr en la vida, es poder desarrollar sólo la parte creativa de la arquitectura, hacerlo y crearlo todo desde el relax. No perder nunca su pensamiento positivo.
Esta convencido que lo mejor que uno puede hacer con su vida, es entregarse a lo que está haciendo creativamente, y creer en uno mismo.
Muchas gracias Martín por tu generosidad al compartir tu pragmática y creativa Alma, por mostrarnos cómo a través de la arquitectura se puede ver la vida apreciando su luz y su sombra, se puede HUMANIZAR EL ESPACIO.
Gracias por enseñarnos la importancia de dar, de saber adaptarnos e ilusionarnos con los cambios, con los momentos mágicos que vivimos.
Texto y voz, Mariví Porras www.tuamigaonline.com
Música Audionautix.com